Para la directiva todavía queda camino por recorrer. “Ahora toca que las pequeñas empresas sean conscientes de ese buen gobierno. Las compañías cotizadas lo tienen claro y las empresas de medio y gran tamaño están apostando por un gobierno corporativo sostenible. Debemos ayudar a las pymes para que fortalezcan ese buen gobierno” reivindica Hermo.

En el encuentro se destacó la necesidad de que el buen gobierno evolucione en paralelo al crecimiento de la empresa, especialmente cuando se incorporan las nuevas generaciones para iniciar un proceso de institucionalización y profesionalización. La directora puso de relieve la labor que a través de la Asociación se realiza para fomentar la sucesión estructurada y el buen gobierno de las empresas familiares a través de iniciativas como la Escuela de Accionistas o el Club de Consejeras.

Respecto a la entrada de consejeros o asesores independientes, la directora de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar señala el enriquecimiento que supone la inclusión de una visión externa.Entre las tareas pendientes para las empresas familiares en el ámbito de gobierno corporativo, Margarita Hermo destaca una mayor comunicación de las buenas prácticas.

“Por tradición, la empresa familiar mantiene un perfil bajo. Y es algo que debemos animar a que cambie. Hay muchos ejemplos de casos de éxito que si se visualizan seguro serán de inspiración para otras empresas”, reivindica la directora.

El encuentro contó también con la presencia de Dolores Martínez, presidenta de Galuresa y Jorge Esteban, director general de la Asociación de la Empresa Familiar de Aragón, entre otros.

Imagen: Punto GA/ M. Riopa