Silveira es consciente de los desafíos a los que se enfrenta el sector empresarial en estos tiempos de inestabilidad, pero es optimista con las nuevas generaciones y las oportunidades de negocio en Galicia.

El director general del Grupo Nosa Terra 21 fue elegido por unanimidad el martes 30 de mayo en la asamblea de socios celebrada en Santiago de Compostela. Es el sexto presidente de la entidad, integrada por 60 de las principales empresas de propiedad familiar de Galicia.

¿Cuáles son tus prioridades al frente de la Agef?
Desde el principio tengo muy claro que no se trata de mis prioridades, sino de las prioridades de todos los asociados de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar. En las anteriores directivas se hizo un trabajo excelente, invirtiendo mucho tiempo y esfuerzo para mejorar las condiciones que permitan que las empresas familiares se consoliden y evolucionen en tiempos muy complicados.

¿Por qué es importante cuidar de las empresas familiares en Galicia?
Porque son el motor económico y social de nuestra Comunidad. Los números son contundentes. Las empresas familiares suponen el 92,4 % del tejido empresarial gallego y generamos el 86,3% de todo el empleo privado. En Galicia hay 80.000 empresas familiares de todos los tamaños. Desde grandes grupos a pequeños negocios locales, todos juntos facturamos 96.000 millones de euros en 2022. Ante la contundencia de estos números parece lógico que administraciones y empresarios tengamos que trabajar conjuntamente para poder seguir generando riqueza y empleo aquí. Esa es unas de nuestras señas de identidad: somos las empresas que vivimos aquí.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan hoy en día las empresas familiares en Galicia?
Como señalé ante la asamblea de socios en mi discurso de aceptación del puesto, creo que hay tres cuestiones clave: la seguridad jurídica,  una red de transportes adecuada a los tiempos y al lugar en que vivimos y la atracción y retención del talento. Las empresas familiares y cualquier proyecto empresarial, necesitan un marco legal estable y una burocracia ágil. Estamos en un momento geopolítico complejo y en tiempos de tanta incertidumbre global, el sector empresarial necesita de certezas para proyectarse al futuro.

¿Necesitamos mejorar las redes de transporte?
Sí. Galicia es un mercado pequeño y periférico, y necesitamos crecer hacia afuera. Las comunicaciones son claves para que podamos desarrollarnos y mantener nuestras sedes en Galicia. Es necesario acabar de desarrollar una moderna red de transportes que nos conecte con otros centros económicos e industriales tanto nacionales como internacionales: el Corredor Atlántico para nuestras mercancías y una eficaz red ferroviaria de alta velocidad que nos comunique  en tiempos razonables con la meseta y con nuestros vecinos portugueses, esto último nos facilitará la tan necesaria atracción y retención del talento.

La sucesión es una de las pruebas de fuego de toda empresa familiar. ¿Hay relevo? ¿Las nuevas generaciones están preparadas para asegurar el futuro de estas compañías?
Rotundamente sí. Somos una tierra afortunada en recursos, clima, energía, materias primas y en talento. Nuestros jóvenes son brillantes y están sobradamente preparados para asumir los retos que vienen. Pero debemos conseguir que sientan que su tierra les ofrece las condiciones óptimas para desarrollar sus proyectos vitales. La retención del talento es uno de nuestros retos. Pero soy optimista. Las empresas familiares tenemos un firme compromiso con nuestra tierra y voluntad de continuidad. Queremos ser más y mejores, y yo reitero mi inequívoco compromiso con los socios de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar para seguir colaborando con las administraciones y las distintas entidades sociales para trazar el camino al brillante futuro que Galicia se merece.

En la imagen, José Bernardo Silveira durante la XXIII Asamblea de socios de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar. Punto GA / Miguel Riopa.